martes, 31 de agosto de 2010

Mi propio cocktail, mi "vuelve a la vida"

Impresiona la forma en que los sentimientos se acumulan y sentimos una necesidad imperante de desahogarnos sin importar nada mas. No es lo mismo hablar con alguien, no porque esa persona no pueda ayudar, sino al contrario, porque algunas veces no necesitamos ayuda, solo necesitamos dejar que todo salga, sin esperar respuesta o comentario al respecto.

Así me siento hoy. Una mezcla peligrosa de muchas desgracias que no encontraron mejor momento para encontrarse que ESTE! También debo acotar que gran parte de la culpa la tengo yo misma; todos me advirtieron que el libro que iba a empezar a leer tiene una carga emocional que no es normal, y que, para una persona sentimental como yo, que suelo llorar hasta con las películas de comedia, podría ser bastante fuerte. Pues el libro cumple su cometido, cada dos paginas lloro como si fuese yo quien estuviera perdiendo un hijo, aun cuando no conozco sentimiento alguno, imaginarlo es bastante fuerte.

No obstante, como si no fuese suficiente dormirme llorando por Isabel y Paula, apareces tu en mis sueños. No para reclamarme el no haberte llorado lo que la sociedad consideraría suficiente, sino para recordarme el porque fue que dolió tanto tu partida. Como nos divertimos en ese sueño! Lo mejor de todo fue esa mezcla de amistades, que se, jamás se hubiese dado en la vida real. Era justo así que quería recordarte, alegre y gordito, echador de broma como tu solo! Por cierto, íbamos camino a tu casa a bañarnos en la piscina como solíamos hacer hace 10 años durante la hora de la clase de religión. No tengo muchos recuerdos del sueño, solo recuerdo que ahí estabas tu y que de una u otra forma me hiciste sentir que así pudiese ser mi paraíso, si es que existe o si es que me toca ir para allá cuando deje esta vida.

Este cocktail de sentimientos que tengo a flor de piel es lo que me recuerda el porque se debe vivir al 100% cada día. Saber que estoy feliz porque al fin estas descansando, saber que estoy triste porque somos muchos los que te extrañamos acá, saber que soy feliz porque tengo todo lo que he pedido de la vida y sentir un poco de ansiedad por todas esas cosas que me esperan en el futuro. Ese es exactamente el cocktail que me gusta saborear, el que me hace vivir cada momento con la intensidad de todas inclinaciones sentimentales posible y con el equilibrio propio de la existencia: la vida, la muerte, la felicidad y la melancolía.

Gracias a todos!